¿Cómo trabajo?

Antes de poder conocernos mejor, te invito a leer atentamente esta página para ver si podemos formar equipo.

De entrada: No puedo ayudar a todo el mundo

A lo largo de mi carrera como fisioterapeuta, he tenido el privilegio de ayudar a innumerables pacientes a recuperar su movilidad, mejorar su calidad de vida y superar obstáculos físicos. Sin embargo, es fundamental reconocer que todos tenemos nuestras limitaciones.

Existen situaciones y condiciones específicas que pueden estar fuera de mi alcance y de la fisioterapia en general o que requieren de otro enfoque. Si es así, te guiaré hacia un camino distinto que pienso que te beneficiaría.

Mi objetivo principal es trabajar en colaboración con mis pacientes, escuchar sus preocupaciones y ser transparente sobre lo que puedo y no puedo ofrecer.

No prometo resultados.

Es importante entender que la recuperación y los resultados no dependen únicamente de mis intervenciones.

Tu compromiso, la adherencia a las recomendaciones y ejercicios, así como factores individuales como tu salud general, genética y motivación, juegan un papel crucial en el proceso.

Por lo tanto, aunque trabajaremos juntos para alcanzar tus objetivos, no puedo garantizar un resultado específico. Es un esfuerzo conjunto en el que tu participación activa es esencial.

Mi objetivo principal es no volver a verte. 

Sí, has leído bien.

¿Pero por qué?

Porque ya no me necesitas.

Si te han metido la idea que tienes que ir al fisio cada X tiempo para “prevenir”, “mantener” o “descargar”, lo siento pero te han engañado por el bien de su bolsillo.

El objetivo de cualquier profesional de la Salud es dar y enseñar las herramientas necesarias para que no nos necesites más. No es crear una dependencia hacia un tratamiento.

Imagínate que tu cuerpo es como un coche que ha sufrido un accidente y está en el taller para arreglarlo. Mi papel como fisioterapeuta es similar al de un mecánico experto que arregla el coche. 

El objetivo es que tu "coche" vuelva a funcionar tan bien que no necesite volver al taller. En otras palabras, quiero arreglar el problema de raíz, darte las herramientas y conocimientos necesarios para que puedas mantener tu "vehículo" en buen estado por ti mismo.

Así como un buen mecánico te enseña cómo hacer el mantenimiento básico del coche para que no tengas que volver por el mismo problema, mi objetivo es enseñarte ejercicios y técnicas de autocuidado que puedas utilizar en casa. 

De esta manera, una vez que te "entregue las llaves" después de las reparaciones, no tendrás que volver a menos que ocurra un nuevo "accidente" o un problema diferente.

Entonces, si todo va bien, no necesitarás “sesiones de mantenimiento” conmigo; estarás totalmente equipado para cuidar de tu propio "vehículo".

Si tienes que llevar tu coche todos los meses al taller, ¿no cambiarías de taller?
Pues con tu cuerpo pasa lo mismo.


“Ya pero los masajes me hacen mucho bien y salgo como nuevo”

Si este es tu caso, los masajes son solo un parche que esconde un problema más grande. Es una solución de corto plazo que vaciará tu cartera con el tiempo, para no aportar ninguna verdadera solución.

No trabajo con sesiones individuales o bonos

En mi práctica como fisioterapeuta, he adoptado un enfoque distinto al tradicional. En lugar de centrarme en sesiones individuales, mi atención se dirige hacia tus objetivos a largo plazo.

Trabajar por objetivos significa que, desde nuestra primera consulta, estableceremos metas claras y medibles para tu recuperación. Y sobre todo nos ponemos un plazo para conseguirlo.

El cuerpo tiene sus tiempos de cicatrización, de curación, y encima, cada persona es un mundo. Tienes que entender que no va a ser un camino de rosas y que los altibajos forman parte del proceso.

Las cosas que importan cuestan.

Aunque Amazon te ponga cada vez más fácil tener lo que quieres, tu cuerpo no funciona así.

Por eso solo trabajo con pacientes a largo plazo y quiero acompañarte en cada paso de tu camino hacia la recuperación, asegurándome de que alcances tus objetivos y retomes tus actividades diarias con confianza y sin dolor.

Practico Fisioterapia basada en la evidencia.

¿Qué es eso de la evidencia?

La fisioterapia basada en la evidencia es como cocinar siguiendo una receta que ha sido probada y perfeccionada por muchos chefs investigadores, en lugar de hacer algo al azar en la cocina. 

En este enfoque, los tratamientos y ejercicios recomendados están respaldados por estudios científicos sólidos, ensayos clínicos y revisiones sistemáticas de la literatura científica. Así, cada "ingrediente" o método de tratamiento tiene un fundamento científico que apunta a su eficacia y seguridad.

La idea es utilizar la mejor evidencia disponible para tomar decisiones informadas sobre el cuidado del paciente. Esto significa que no solo confío en mi experiencia clínica o en tus preferencias como paciente, sino que también considero las pruebas científicas que avalan un determinado tratamiento.

Al igual que un chef que ajusta una receta en función de las necesidades dietéticas o preferencias de sabor de un cliente, la fisioterapia basada en la evidencia se personaliza para adaptarse a las necesidades y condiciones específicas de cada paciente. 

Sin embargo, el punto de partida siempre es lo que la ciencia ha demostrado que es más probable que funcione.

La fisioterapia basada en la evidencia busca asegurarse de que estés recibiendo el tratamiento más efectivo y seguro posible, basado en lo que la ciencia actual ha demostrado que funciona.

Y te preguntarás… ¿Eso no debería ser así para todos?

Debería, sí.

Pero hasta los futbolistas más ricos acuden a tratamientos con ventosas o acupuntura cuando nadie hasta la fecha ha podido demostrar científicamente su eficacia frente a un placebo. 

O sanitarios que siguen utilizando la máquina de ultrasonidos cuando existen estudios que dicen que funciona igual encendidos o apagados.

La ciencia médica evoluciona, y hoy en día más rápido que nunca. Debemos evolucionar con ella. Actualizarse con los últimos conocimientos es algo que forma parte de mi profesionalidad.

Nunca serás solo "una rodilla" para mi

Mi atención va centrada en tu persona y tu contexto. Eso implica un enfoque global para el tratamiento y la atención al paciente. 

A diferencia del modelo biomédico tradicional, que suele centrarse exclusivamente en los síntomas físicos y las condiciones médicas, el modelo biopsicosocial amplía esta visión para incluir factores psicológicos y sociales que pueden influir en el bienestar del paciente.

Piensa en la salud como un trípode, donde cada pata representa uno de los aspectos: biológico, psicológico y social. Si una de las patas está debilitada o rota, el trípode no se mantendrá estable. De manera similar, para lograr un bienestar óptimo, es crucial abordar estos tres aspectos de manera equilibrada.

- Biológico: Aquí entran en juego aspectos como la anatomía, la fisiología y la bioquímica. Tus cicatrices, tus secuelas, tu genética son parte de tu historia biológica.

- Psicológico: Los aspectos emocionales y cognitivos son igualmente importantes. El estrés, la ansiedad o una actitud negativa pueden dificultar el proceso de curación o incluso exacerbar los síntomas físicos.

- Social: Las relaciones interpersonales y el entorno social también afectan la salud. El apoyo de la familia y amigos, las condiciones laborales o incluso el estigma social relacionado con una condición pueden tener un impacto significativo en la recuperación.

La atención centrada en la persona busca comprender y tratar al individuo como un todo integrado, considerando todas estas "patas del trípode". Esto permite un enfoque de tratamiento más completo y eficaz, ajustado a las necesidades y circunstancias específicas del paciente.

Educación como base del tratamiento

¿Qué me pasa? 

¿Cómo puedo solucionarlo? 

¿Cuánto voy a tardar en estar bien?

Estas son las tres preguntas que nos rondan por la cabeza cada vez que tenemos un problema de salud.

El 60% de la gente busca sus síntomas en google antes de ir al médico. Pero más de la mitad no están satisfechos con lo que encuentran.

Por esta misma razón, todos mis programas de tratamiento tienen una parte de educación clave para el buen proceso de recuperación. 

Todo esto está muy bien Matthis, ¿pero por qué debería confiarte mi rodilla?

Cuando me operaron de mi primera rodilla en 2015, aún estudiaba en la Universidad. Me rompí el cruzado anterior de mi rodilla derecha representando la Universidad en el Campeonato Europeo Universitario de rugby en Budapest.

Fue todo un reto, pero me prometí volver más fuerte y volví a jugar 9 meses más tarde. Hasta aquí nada fuera de lo común.

2017, año y medio trás volver a ponerme las botas de rugby, sonó un CRAC en mi rodilla en un cambio de pié.

  • Oh no… otra vez no… pensé.
  • Oh sí, lo siento mucho; me dijo el radiólogo.

Creo que no podía caer más bajo. Me acaba de romper el cruzado de mi otra rodilla.

  • Ya pasé por esta situación, si ya lo hice una vez puedo conseguirlo otra vez.

Gracias a dios solo fueron dos veces. Hoy toco madera porque algunos no han tenido esa suerte.

A día de hoy sigo jugando al único deporte en el que 15 tíos tienen como único objetivo placarte en las rodillas para robarte un balón con forma de melón.

En esas dos veces, pasé por todos los problemas de rodillas que existen: dolor, rigidez, bloqueos, hinchazón, muletas, grapas y cicatrices. Por esa razón, el día que te diga:

Entiendo lo que estás pasando, no te preocupes que haremos todo lo posible para recuperar tu rodilla para que puedas volver a vivir con normalidad.

Sabrás que será con total sinceridad.

Más cosas sobre mí

Si has llegado hasta aquí, es porque te pica la curiosidad, aquí te dejo algún que otro cotilleo:

  • Francés de nacimiento, valenciano de corazón. Llevo 28 Fallas yendome a esquiar porque me asustan los petardos.
  • Tengo un nombre raro y difícil de escribir bien a la primera. M-A-T-T-H-I-S y se pronuncia Matís.
  • Me encanta el arroz al horno.
  • 3 veces por semana corro detrás de un balón ovalado con 29 otros tíos en un campo de césped artificial con el Rugby Club Valencia.
  • Me gradué en Fisioterapia en la Universidad de Valencia en 2017. Mi número de colegiado es 6697.
  • Me gasté 5000€ en un máster de osteopatía y no fuí ni a recoger el título.
  • Tengo una gata que se llama Mokka y que tiene miedo a las alturas. (Sí, es posible)
  • Me gusta viajar pero me mareo en los barcos y en los helicópteros que van por el Gran Cañón.
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